viernes, 28 de septiembre de 2012

La primera bomba atomica y su creador

Julius Robert Oppenheimer (22 de abril de 190418 de febrero de 1967) fue un físico estadounidense y el director científico del proyecto Manhattan, el esfuerzo durante la Segunda Guerra Mundial para ser de los primeros en desarrollar la primera arma nuclear en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos.
Conocido coloquialmente como "El padre de la bomba atómica" pese a que comparte ese mérito con su principal mentor, Enrico Fermi, Oppenheimer expresó su pesar por el fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas nucleares fueron lanzadas contra los japoneses en Hiroshima y Nagasaki. Al terminar la guerra, fue el jefe consultor de la recién creada Comisión de Energía Atómica y utilizó esa posición para apoyar el control internacional de armas atómicas y para oponerse a la carrera armamentista nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Sus actitudes frecuentemente provocaron la ira de los políticos hasta el punto que en 1954 se le despojó de su nivel de seguridad, perdiendo el acceso a los documentos militares secretos de su país. Poco a poco su capacidad de influir fue disminuyendo, pero continuó dando charlas y trabajando en física. Diez años más tarde, el Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson lo condecoró con el Premio Enrico Fermi en un intento de rehabilitarlo políticamente.

El Proyecto Manhattan era el nombre en clave de un proyecto de investigación llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos con ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. El objetivo final del proyecto era el desarrollo de la primera bomba atómica. La investigación científica fue dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer mientras que la seguridad y las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie R. Groves. El proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación siendo el más importante de ellos el Distrito de Ingeniería Manhattan situado en el conocido actualmente como Laboratorio Nacional Los Álamos.
El proyecto agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas (física, química, ciencias informáticas). Dado que tras los experimentos en Alemania previos a la guerra se sabía que la fisión del átomo era posible y que los nazis estaban ya trabajando en su propio programa nuclear no costó reunir a todas aquellas mentes brillantes que eran también pacifistas e izquierdistas en su mayoría. Exiliados judíos muchos de ellos, hicieron causa común de la lucha contra el fascismo aportando su grano de arena a la causa: conseguir la bomba antes que los alemanes.
El primer ensayo atómico exitoso ocurrió en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México. El artefacto se llamó Trinity y se trataba de una bomba-A de plutonio del mismo tipo que Fat man, que sería lanzada sobre Nagasaki días después. En la actualidad este lugar está marcado por un monolito cónico negro de silicio resultado de la fusión de la arena bajo el efecto del calor provocado por la explosión.
En la carrera por la bomba nuclear, los alemanes tenían el Proyecto Uranio y los soviéticos la Operación Borodino

 Trinity 
El trabajo colectivo de los científicos en Los Álamos tuvo su primer éxito en la primera explosión nuclear cerca del pueblo de Alamogordo, Nuevo México el día 16 de julio de 1945. A la prueba Oppenheimer le nombró Trinity  (Trinidad); más tarde explicó que se basó en un verso del poeta John Donne (1572–1631). Según el historiador Gregg Herken, es posible que este nombre fuera una alusión a Jean Tatlock, quien le hizo consciente de Donne cuando eran parejas en los años 1930. Tatlock se había suicidado unos meses antes, para la consternación de Oppenheimer. Después recordó que mientras presenciaba la explosión, pensó en un verso de un texto hindú, la Bhagavad-Guitá:
Si el esplendor de un millar de soles brillasen al unísono en el cielo, sería como el esplendor de la creación...
Sin embargo, otro verso que recordó se le atascó en la mente:
"Ahora me he convertido en La Muerte, Destructora de Mundos."
Según su hermano, al momento exclamó simplemente —It worked. (Funcionó.) La noticia de la prueba exitosa fue comunicada con urgencia al presidente Harry S. Truman, a quien esta información le podía servir para afianzar su posición en la Conferencia Potsdam, sobre el futuro de la Europa de la posguerra, que pronto tendría lugar.

Una vez desarrollada el arma, y contando con el material incautado en Alemania, los científicos administradores no estaban de acuerdo en cuanto a si usarla y cómo hacerlo. Inicialmente, Lawrence se opuso al uso de la bomba en contra de personas vivas, argumentando que una mera demostración bastaría para convencer al gobierno japonés que sería inútil continuar la guerra. Oppenheimer y muchos de los consejeros militares discrepaban fuertemente en cuanto a esta evaluación. Oppenheimer temía que si se anunciase donde podía ocurrir tal demostración, el enemigo pudiera trasladar a la región a los prisioneros de guerra o a otros escudos humanos. Según otros físicos, incluyendo a Teller y a Leó Szilárd, el usar el arma en un área civil sería una atrocidad. Se hizo circular una petición en los laboratorios de Los Álamos y Oak Ridge rogando que no se usara la bomba por inmoral e innecesaria. Oppenheimer se opuso a la petición y advirtió a Szilard y Teller que no debían entorpecer el proyecto. De todos modos, no queda claro cuánto le importaron al gobierno y a las fuerzas armadas estadounidenses las opiniones de los científicos sobre el arma que habían creado.
Los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki mataron a centenares de miles de japoneses con las armas desarrolladas en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, dando fin a la Segunda Guerra Mundial.
El 6 de agosto de 1945, la bomba de uranio Little Boy (muchachito) fue lanzada sobre la ciudad de Hiroshima, Japón. Tres días después, la bomba de plutonio Fat Man (hombre gordo) se lanzó sobre Nagasaki. Las bombas mataron a centenares de miles de civiles instantáneamente y a muchos más en los días y meses siguientes.
Al orgullo que sintió Oppenheimer después de la exitosa prueba Trinity pronto lo reemplazó el sentimiento de culpabilidad y horror, aunque nunca dijo que se arrepintió de hacer el arma. Durante su única visita a Japón después de la guerra, en 1960, un periodista le preguntó si sintió algún remordimiento por desarrollar la bomba. Bromeó Oppenheimer —No es que no me sienta mal. Sólo es que no me siento peor hoy de lo que me sentía ayer.

2 comentarios:

  1. Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz, que mal que tan gran invento se emplarà en inosentes

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  2. Son cada vez más las bases militares de países occidentales asentadas en Asia y África. Estos países dicen abiertamente que las armas atómicas son convencionales y se preparan para una guerra atómica. Los pueblos asiáticos no pueden olvidar que la primera bomba atómica cayó en su territorio ni que la primera víctima de las pruebas de la bomba de hidrógeno fue asiática.

    Saludos ed! me gusta tu blog,... sobre todo porque no sabia quien fue el creador de la primera bomba atomica (:

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